Reflexionando sobre los contados proyectos propios y que quizás, consideraríamos como algo significativos para la sociedad, éxitos como este último del Hospital San Juan de Dios, bajarían definitivamente a tierra, por vergonzante y humillante comparación, la absoluta totalidad de nuestra obra. Solo a hombros de nuestros clientes, estos gigantes y gracias a ellos, se nos ha permitido alcanzar siquiera el ver algo más lejos. Y esto, no porque nuestra vista sea más aguda, sino simplemente porque ellos nos sostienen en el aire y nos elevan con su altura.
¿Cuál es su secreto? Para el caso del Hospital, lo explica mucho mejor el Hermano Pascual Piles. Solo podemos desearos suerte al elegir a vuestros propios gigantes. Ellos os permitirán sin duda ver y llegar mucho más lejos.
Entre hermano…
¿Qué es el carisma, la misión y la espiritualidad?
El término carisma viene del griego “haris”. Significa don, gracia. El carisma nos capacita para la misión, que es la dedicación a los que sufren: enfermos, excluidos, necesitados. Algunos profesionales de la asistencia tienen el don de la hospitalidad, en la medida que se identifican desde los valores humanos de la hospitalidad juandediana. Pueden tener este don desde una experiencia existencial.
Surge de su ser, con unas cualidades concretas que, como nosotros, tienen que hacer emerger con una preparación humana y profesional para poder actuar. Deben de esforzarse en realizar un crecimiento ético que les identifique con el espíritu de la Orden. Esto ha exigido en nuestra historia una organización Las personas carismáticas a las que nos hemos referido tienen un don desde la naturaleza, que les capacita para una misión concreta y que les lleva a una forma de vida concreta.
Tienen que realizar un trabajo de culturización del don, de preparación en lo que exige su profesión y expresarla después con las artes propias en la misión que se les encomienda realizar. Una realidad es la preparación técnica y otra el crecimiento humano en los valores del carisma.
El carisma es el don que concede el Espíritu Santo a las personas, enriqueciéndolas y capacitándolas para una misión concreta. El estilo y la forma como encarnamos el carisma y realizamos la misión constituye la espiritualidad. Nosotros, sintiéndonos enriquecidos desde Juan de Dios con su mismo carisma, nos sentimos llamados a vivir hoy, como hermanos, de la misma manera que él vivió. Pretendemos que los colaboradores todos, con la vivencia de la fe o sin ella, puedan realizar este crecimiento, para atender a los destinatarios de la misión según el estilo de San Juan de Dios.
Compartir la hospitalidad que hemos recibido como don, nos lleva a crear comunión con los colaboradores desde lo humano, y con algunos desde la fe, promoviendo una forma común de actuación en el respeto de todos y en la implicación de todos desde su forma de estar en la historia.
Hermano Pascal Piles Ferrando
Nuestros mejores deseos para el Nuevo Año
Gracias a todos vosotros, por permitir subirnos y permanecer a vuestros hombros
Sobre el autor