Fernando Galindo: un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo…
El enfado de “Galindo” aquel jueves era monumental. Apodado así por sus compañeros más cachondos, en honor a la mítica interpretación de José Luis López Vázquez, su devoción casi religiosa hacia los directivos de la empresa que evitamos nombrar, era ya legendaria. Cada jueves viajaba desde Madrid hasta Zaragoza con una misión clara: supervisar el avance de las obras del Palacio de Congresos de la Expo 2008.
Ese día, sin embargo, el horror era palpable. Frente a sus ojos, nuestras marcas para demoler muros dejaban claro que no había marcha atrás. Los conductos del sistema de climatización debían atravesar las plateas, y la demolición era inevitable.
La semana anterior, entre amenazas apocalípticas que nos condenaban a los fuegos eternos del averno técnico, Galindo nos había exigido cumplir rigurosamente con el “factor Arau”: una regla sacrosanta que limitaba las velocidades en los conductos a unos 1.5-2 m/s. Aplicar semejante norma en un auditorio de estas dimensiones suponía, literalmente, derribar buena parte de los muros de acceso a las plateas.
El prestigioso arquitecto Higini Arau, una referencia mundial en acústica, estableció unos requisitos que, aunque técnicamente brillantes, chocaban frontalmente con la realidad física del edificio. Esto nos obligó a trabajar con mayores velocidades en los conductos, mitigando los niveles sonoros mediante una difusión acústica impecable, mérito de Antonio Vegas, ya jubilado y por aquel entonces, Director Técnico de Trox Española.
No hubo jueves en el que el bueno de «Galindo» no encontrase una sorpresa desagradable al llegar. Siempre había algo que le cabreaba, algo que lo desbordaba, y algo que —inevitablemente— justificaba otro enfado monumental. Nada que ver, desde luego, con la simpatía y el entusiasmo con el que José Luis López Vázquez, en su papel de Fernando Galindo, recibía a sus clientes.
Reescribiendo la narrativa del confort residencial
Estos desafíos técnicos nos dejaron valiosas lecciones, que llevamos al siguiente nivel al diseñar la Passivtermia para las viviendas Passivhaus de Grupo Lobe.
En el caso de la difusión, gran trabajo también el de Santi Delgado, Director Técnico de Koolair. Apostamos por Isover para las redes de conductos con materiales fonoabsorbentes, redujimos velocidades de paso y alcanzamos niveles sonoros inferiores a 25 dBA, prácticamente inaudibles.
Uno de los momentos memorables fue el de encerrar a dos prestigiosas certificadoras Passivhaus —alemana y madrileña para más señas— en la cámara anecoica del laboratorio de Koolair. Allí experimentaron el silencio absoluto y, después, el nivel sonoro mínimo de las rejillas seleccionadas para las viviendas. La diferencia entre prometer y demostrar está en transformar la percepción del usuario: ofrecer no solo palabras, sino hechos.
El legado de la Passivtermia: diseño, precisión y pasión
Desde el principio, nuestro objetivo ha sido claro: desterrar la mala imagen del aire acondicionado, esa que muchos asocian con ruido, corrientes molestas y temperaturas incómodas.
Gracias a un diseño técnico meticuloso y a la colaboración con los mejores expertos y fabricantes del sector, hemos logrado redefinir el confort residencial. Sin embargo, como sucede con toda innovación, ya han surgido imitaciones de nuestra Passivtermia.
Pueden copiar nuestros diseños o replicar nuestras ejecuciones, y lejos de preocuparnos, nos encanta, porque sabemos que la innovación siempre marca el ritmo, y mientras otros avanzan, nosotros ya estamos construyendo el futuro. Lo que nunca podrán imitar es nuestra historia: el resultado de innumerables horas de dedicación, desafíos que nos han obligado a repensarlo todo y una pasión irrenunciable por hacer las cosas bien.
La Passivtermia no es solo un sistema; es el reflejo de un viaje lleno de aprendizajes, colaboraciones y anécdotas que muestran que la ingeniería no es solo técnica, sino también narrativa. Una narrativa donde cada cálculo tiene una historia, cada decisión deja huella y cada desafío superado redefine el estándar de lo que significa vivir bien.
Porque el confort, al igual que la excelencia, no es casualidad.
Cuando el silencio de tu vivienda te abrace y el aire que respires combine confort, calidad y precisión, recuerda que ese lujo discreto no es un accidente. Es el legado de quienes creen que el confort no se oye, no se siente… simplemente se vive.
Y lo mejor de esta historia, aún está por escribirse.
Innovar en tiempos convulsos: una mirada al pasado, presente y futuro
A finales de los 80, con el diseño de las centrales térmicas y bloque quirúrgico del Hospital Militar de Valencia, se inició uno de nuestros primeros pasos en la innovación con bombas de calor a tres ciclos. Una tecnología que ahora estamos recuperando, y sorprendentemente, sigue siendo poco habitual en el sector más de tres décadas después.
En aquel momento, apostar por estas soluciones no solo era innovador, sino arriesgado. Decidimos ir un paso más allá, integrándolas en la producción de ACS (agua caliente sanitaria) Esto lo hicimos combinando recuperación de calor y ciclos térmicos avanzados trabajando en paridad térmica.
Fueron los cimientos sobre los que se construyeron décadas de experiencia, y una lección valiosa: solo quienes se atreven a experimentar y fallar avanzan realmente.
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea marcó un antes y un después: en cuestión de pocos años, las multinacionales adquirieron casi todos los grandes fabricantes nacionales, transformando radicalmente el panorama y todas las decisiones de diseño o I+D, ya se tomaban en despachos muy alejados de nuestro país.
La vuelta del diseño a España: redefiniendo los límites
En 2015, mantuvimos un breve encuentro con Antonio Blanco y Francisco Raya, directivos de la recién inaugurada Keyter. Tanto ellos como su equipo, con profundas raíces en la histórica Ciatesa.
Habían recuperado la fabricación nacional de equipos y les propusimos la fabricación de un sistema agua-agua para la producción directa de ACS. Esto sentaría el hito de convertir al Hospital San Juan de Dios de Zaragoza en el primer hospital «0 emisiones».
A día de hoy, 7 años después, este logro sigue sin igualarse. Los indicadores GRI del hospital confirman este impacto, consolidando un ejemplo a seguir para el sector sanitario y constatan estas envidiables y por ahora, inigualables “0 emisiones”.
Hoy: tecnología eficiente e industrializada
En la imagen inferior, las últimas pruebas en el laboratorio de Keyter de la nueva bomba de calor con producción integrada de ACS. Este sistema será instalado de forma inmediata en las más de 1.500 viviendas Passivhaus que Grupo Lobe tiene actualmente el compromiso firme de construir. Todo esto con una propuesta revolucionaria:
Esto no es solo una mejora tecnológica, es una transformación del acceso a viviendas más sostenibles y asequibles. Pensamos en el usuario final, en las familias que verán reducidos sus costes de compra, mantenimiento y aumentada su calidad de vida.
Un futuro que construimos juntos
Este logro no es solo técnico; marca un precedente de cómo la tecnología bien aplicada puede ser un motor de cambio ambiental y económico.
Porque innovar no se trata solo de tecnología; se trata de las personas, de los pacientes que recuperan su salud en un entorno libre de emisiones contaminantes, o de las familias que hoy podrán acceder a viviendas más eficientes, asequibles y preparadas para un futuro sostenible.
Cada paso que damos está diseñado para mejorar la calidad de vida, reducir costes y avanzar hacia un modelo de sostenibilidad que todos podamos disfrutar. No podemos cambiar al mundo, pero sí que podemos cambiarnos a nosotros mismos. Durante estas últimas cuatro décadas, hemos aprendido a perseverar con una visión firme, inasequibles al desaliento, trabajando en nuestros diseños, mejorando nuestros cálculos y con nuestra ingeniería al servicio de nuestros clientes, trabajando a éxito, y percibiendo nuestra retribución, solo tras generarles a estos ahorros económicos, medioambientales y sociales.
Lo mejor aún está por venir
Los rugidos de los reguladores: una lección en equilibrio de caudales
A principios de los 90, en plena Primera Guerra del Golfo, los convalecientes del Hospital Militar Vázquez Bernabeu en Mislata (Valencia) tenían razones para despertarse sobresaltados. Un estruendoso sonido que empezaba como una alarma de ataque aéreo y terminaba en un rugido gutural les hacía saltar de la cama. No eran sueños bélicos: eran los primeros reguladores de caudal TROX RN, auténticos pioneros de la tercera generación de sistemas de equilibrado.
El reto era titánico. Pasábamos días enteros ajustando presiones y equilibrando caudales entre los climatizadores de cabecera y zonas críticas: quirófanos, UCIs, pasillos limpios y sucios. La tecnología de la época, aunque revolucionaria, tenía sus limitaciones. Los climatizadores operaban con compuertas de diafragma y servomotores Staefa, pero las constantes de tiempo no cuadraban con la autoridad de regulación necesaria. ¿El resultado? A caudal máximo, las membranas de caucho vibraban como si estuviéramos en plena alarma aérea. A presión máxima, simulando filtros absolutos sucios y pérdidas de carga, los sonidos recordaban al Mundial de Sudáfrica 2010, con aquellas inolvidables vuvuzelas.
Este reto técnico no resultaba nuevo. Desde los años 80, con la reforma de los quirófanos del Hospital Provincial de Zaragoza, el equilibrado de presiones y caudales de aire había sido una asignatura pendiente. Las herramientas eran rudimentarias: una goma de gotero con agua teñida de mercromina para medir presiones. En Valencia, las altísimas presiones nos llevaron a reforzar la estanqueidad de los enormes climatizadores con manecillas de cierre adicionales.
Este aprendizaje no habría sido posible sin referentes como Antonio Vegas, Director Técnico de Trox Española, autor de la DTIE sobre difusión de aire y toda una autoridad en el sector. Su experiencia, conocimientos y asistencia resultaron cruciales, tanto en este proyecto como en la evolución del sector.
Lecciones aprendidas: del caucho al control por app
Hoy, junto con Micheel Wassouf, diseñando la ventilación para la promoción de Aqua de Quart, a muy escasa distancia de este Hospital valenciano y mirando hacia atrás, pienso en cómo estas experiencias han moldeado nuestra profesión. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Las rudimentarias membranas de caucho dieron paso al butilo, y la motorización incorporó mejoras que culminaron en la actual cruz de medida de presiones, un sistema de medición y regulación que ha revolucionado el sector.
Lo que antes llevaba semanas de ajustes manuales ahora se realiza en cuestión de horas. Las caras de sorpresa entre algunos técnicos lo dicen todo. La precisión alcanzada en el equilibrado de las viviendas Passivhaus del Grupo Lobe es algo sin precedentes en residencial. Esto es posible, en gran parte, gracias al sistema recomendado por Jorge Giménez, Director Técnico de Belimo. Con esta tecnología, los caudales se ajustan en cualquier rango seleccionable, y la configuración resulta tan simple como acercar un móvil y, desde la app, acceder a todos los parámetros necesarios.
Por otro lado, la perfección en el equilibrado requiere un aliado clave: la estanqueidad de las viviendas. Esto garantiza una difusión interna impecable. Gracias al cálculo de Santiago Delgado, Director Técnico de Koolair, cada rejilla de aire está diseñada y probada en laboratorio para asegurar que incluso en los escenarios más exigentes, los ajustes necesarios son mínimos y los resultados, perfectos.
Tres décadas después, volver a Valencia para diseñar sistemas que integran tecnologías de vanguardia nos permite reflexionar sobre el progreso de nuestra profesión. Desde aquellas rudimentarias herramientas y memorables retos, hemos sido testigos de una transformación que no solo ha elevado los estándares del sector, sino que también ha hecho posible cumplir con las exigencias más complejas como el estándar Passivhaus. Si algo hemos aprendido es que el avance tecnológico solo tiene sentido cuando mejora la vida de las personas. Y en este viaje, el futuro siempre nos invita a soñar más alto.
Arquímedes y la Ley del Mar
Muchos conocen el principio de Arquímedes; Solo unos pocos conocen su final…pero antes, un poco de historia.
El principio de Arquímedes es el fundamento esencial de la náutica. Esta ley universal nos enseña que el volumen y el peso de un objeto sumergido son equivalentes a la cantidad de agua desplazada. Un descubrimiento simple y profundo, que aún hoy sostiene los principios de flotabilidad de cualquier embarcación, desde un humilde bote de madera hasta los más imponentes transatlánticos.
Arquímedes no solo encontró una ley física; descubrió una manera de entender el mundo con una simplicidad y claridad que cambian la historia.
La simplicidad, según la entendemos en iener, no es otra cosa que la complejidad resuelta.
CTE, RITE y la Ley del Ingeniero/Instalador
En España, normas como el Código Técnico de la Edificación (CTE) o el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios(RITE) aplican un enfoque prestacional. Esto significa que, en lugar de prescribir cada detalle, establecen unas instrucciones, objetivos de rendimiento y eficiencia. Nos brindan la libertad de innovar y adaptar tecnologías a cada proyecto, una responsabilidad que no tomamos a la ligera dado que, su inobservancia posicionaría a nuestros clientes fuera de la legalidad.
Al final, lo que cuenta es aprovechar la oportunidad de hacer de la eficiencia energética una misión, combinando la flexibilidad normativa con la creatividad técnica para lograr soluciones verdaderamente únicas.
La Passivtermia: una aerotermia con esteroides
Cuando desarrollamos la Passivtermia para las viviendas Passivhaus de Grupo Lobe, adoptamos una política de pasos discretos. Nuestra experiencia en la marina subacuática nos enseñó que, sumergirse en un nuevo entorno, requiere paciencia y determinación, pues el agua ofrece gran resistencia inicial que solo cede con persistencia.
Reducir los costes directos en instalaciones, desde unos 10.000 €/vivienda, a apenas 6.000€, los que supone una cifra millonaria cada año, no podría generar otra cosa que un evidente rechazo por parte de fabricantes, ingenieros, instaladores y otros actores, viendo estos reducir drásticamente sus ventas, honorarios, cifra de negocio y hasta su protagonismo.
Este exceso de elementos superfluos e innecesarios, encarece a las familias el acceso a una vivienda asequible, su coste de mantenimiento y la vida útil de estas. Esto, sin mencionar el impacto en la huella de carbono y el daño medioambiental que genera una construcción sobrecargada de recursos. El resultado: mayor coste, menor competitividad para las constructoras y, en muchos casos, una obsolescencia programada de estos extras sin valor añadido.
Por otro lado, ciertos técnicos, quizás con buena intención pero con una interpretación excesiva de otros criterios técnicos, llevaron a sus propias empresas a situaciones legal, económica y técnicamente vulnerables en su afán de cumplir más allá de lo necesario.
Sumergidos en la sabiduría de Aristóteles, comprendemos que tanto el exceso de aire —hiperventilación— como su escasez —hipoxia— pueden llevar a un desenlace peligroso. Encontrar el equilibrio es clave; como diría otro gran griego, la verdadera virtud reside en el término medio. Esa es la esencia de la Passivtermia: una solución que no busca extremos, sino el balance perfecto entre eficiencia, sostenibilidad y sentido común, guiándonos hacia un futuro más consciente y responsable.
El Final de Arquímedes y el inicio de la Passivtermia
Arquímedes murió durante el sitio de Siracusa, asesinado por un soldado romano a pesar de las órdenes de no hacerle daño. Quizás nunca experimentó la resistencia del agua al bucear, pero comprendió el comportamiento de los fluidos con una claridad inigualable. Si hubiese buceado, habría descubierto que el agua ofrece una gran resistencia inicial, superada únicamente con determinación y un buen lastre. Pero, una vez que se alcanza cierta profundidad, la gravedad desaparece y uno ya se siente libre, “volando como los peces”
Hoy sentimos que hemos roto esa resistencia inicial. Hace exactamente dos años, presentamos nuestra Passivtermia en el Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid, durante el III Congreso Internacional de Calidad de Aire Interior (CAI). Al principio, nos topamos con una natural reticencia del sector; después, con cautela, se ha ido asumiendo y adoptando nuestra propuesta técnica.
Tras estos dos años de esfuerzo sostenido y con la primera barrera ya superada, llega el momento de profundizar todavía más.
En 2022 era una idea innovadora, pues no estamos aquí para seguir tendencias, sino para liderarlas. No trabajamos para tu aplauso fácil, sino para ti, que entiendes el valor de cada solución. Nuestro compromiso es contigo, y nuestra responsabilidad, inquebrantable. No abandonaremos nuestro objetivo; al contrario, lo llevaremos hasta el límite. Nos dedicamos no solo a ayudarte a cumplir con la normativa, sino a crear un impacto real y duradero en la eficiencia y sostenibilidad energética. Nuestra promesa no es cuantitativa, es cualitativa: poner todo nuestro esfuerzo en tu proyecto para construirte soluciones innovadoras, sostenibles y únicas.
Lo mejor está aún por llegar
Este verano conversando con Micheel Wassouf, prestigioso arquitecto y uno de los mayores expertos en Passivhaus, Micheel nos compartió las dificultades que él y su equipo enfrentan para convencer a ciertos sectores de arquitectura sobre las ventajas de una buena estanqueidad y un control adecuado de la ventilación, tal como lo aplica el Instituto Passivhaus en sus construcciones. Aunque estas prácticas son esenciales para garantizar el confort y la eficiencia energética, parecen todavía ser una asignatura pendiente para algunos reticentes arquitectos y proyectistas.
La Estanqueidad: Mucho Más que Ahorro Energético
Seguro que habrás notado en una vivienda convencional esas manchas negras en enchufes o cajones de persianas. O esas cortinas que se mueven solas cuando hace viento. No es magia ni fantasmas, sino un claro indicador de mala estanqueidad. En muchos casos, estas infiltraciones permiten la entrada de aire cargado de partículas e impurezas que afectan la calidad del aire en el hogar. Y, como sabemos, si el aire no esta controlado, se convierte en un vehículo para la entrada de polvo, suciedad y contaminantes.
De hecho, los elementos que menos imaginamos —desde los cajones de persianas hasta los tubos eléctricos— actúan como pequeños conductos de aire que, al no estar adecuadamente sellados, facilitan estas infiltraciones. En nuestros proyectos de ingeniería, estudiamos cuidadosamente estos flujos para evitar que esos mini-conductos, se conviertan en un punto de entrada de aire no deseado y mejorando así la calidad del aire en la vivienda.
Aire Limpio y Cerebro Sano: una alarma silenciosa
Hoy en día, las investigaciones nos advierten sobre la relación entre la calidad del aire y el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Un creciente cuerpo de evidencia señala que la exposición a partículas finas (PM2.5) no solo deteriora la salud pulmonar, sino que afecta al cerebro. Estas partículas, tan diminutas que pueden traspasar los filtros naturales de nuestro sistema respiratorio, se asocian con la acumulación de beta amiloide, una proteína relacionada con la progresión del Alzheimer. Además, los efectos negativos de estas partículas se manifiestan incluso en zonas donde la concentración de contaminantes está por debajo de los límites considerados seguros por los organismos reguladores.
Recientes estudios han descubierto que mujeres mayores expuestas a niveles altos de PM2.5 presentan una notable reducción en el volumen cerebral, lo cual incrementa el riesgo de demencia.
Este dato debería hacernos reflexionar sobre lo que respiramos diariamente y lo que permitimos que entren nuestros hogares. Todos ingerimos en promedio 1 kg de comida, 2 litros de agua y unos 8,000 litros de aire al día. Sería impensable, salvo gran necesidad, ingerir un alimento recogido desde un suelo sucio, agua directamente desde una charca y sin embargo, no tenemos ningún cuidado en nuestras viviendas para respirar un aire viciado y sin ningún tratamiento de filtrado o limpieza.
Passivhaus: Calidad de Aire de Grado Hospitalario, pero en Casa
Cuando diseñamos las viviendas Passivhaus para Grupo Lobe, teníamos presente esta necesidad urgente de mejorar la calidad del aire. Optamos por sistemas de ventilación que garantizan una calidad de aire hospitalaria, logrando condiciones IDA1, como las exigidas en guarderías. En contraste, muchas viviendas convencionales carecen de cualquier estándar, lo cual lleva a calidades de aire inadecuadas para un espacio habitable.
Pensémoslo bien: un entorno saludable no debería ser un privilegio, sino un estándar. La calidad del aire en nuestras viviendas es tan vital como la calidad de la comida o el agua que consumimos. Las viviendas Passivhaus de Grupo Lobe, no solo ofrecen eficiencia energética; ofrecen un compromiso con la salud y el bienestar de quienes viven en estos espacios.