Historia de 2 ciudades. El mejor y el peor de los tiempos

PorRaul

Historia de 2 ciudades. El mejor y el peor de los tiempos

En el siglo I a.C., Marco Vitrubio escribió el primer tratado sobre construcción del que se tiene constancia. Dentro de sus Diez libros de arquitectura se aborda una idea muy sencilla y a la vez complicada de lograr. Cualquier estructura arquitectónica incluidas las ciudades, debe reunir tres cualidades que permanecen en equilibrio: las conocidas como firmitas, utilitas y venustas (solidez, utilidad y belleza)

La utilidad relaciona el uso y el programa que acoge al edificio y pierde calidad en función de rentabilizar y mantener cada m2 construido. Esto, pensamos, es un principio gratuito y que no va necesariamente asociado a un costo. Defendemos la idea de una ciudad con viviendas pasivas, con 0 emisiones de C02 y mínima huella de carbono en su construcción. Con una calidad de aire hospitalaria, sin contaminantes, donde primase la salud de las personas. Seguras y de muy económico o nulo consumo en energía. Con seguridad el último litro de petróleo o último m3 de Gas Natural apenas valdrá nada y por esta sola razón, no compensará el gasto de ser extraído. Mucho antes ya se habrán desarrollado y extendido tecnologías que harán que el coste de la energía resultase prácticamente nulo.

Siempre ha resultado un pésimo negocio apostar contra el desarrollo de la humanidad. Sea esto en el siglo XVIII donde transcurre esta Dickensiana historia de dos ciudades, sea en cualquier otro momento de la historia. Sin duda alguna o al menos para esta cualidad de utilidad, nos espera un futuro mejor

¿La solidez y la belleza? Homero lo tenía claro: “Todo es más hermoso porque estamos condenados. Nunca serás más hermosa que ahora, y nunca más volveremos a estar aquí”