Jugarse la Piel / Triunfar / La sonrisa de los niños

PorRaul

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Jugarse la Piel / Triunfar / La sonrisa de los niños

Sorprendente el que un científico capaz de calcular la curvatura de la luz o resolver complejas ecuaciones de mecánica cuántica, considerase en alguno de sus postulados algo tan etéreo o adimensional como la felicidad o el progreso social.
Volveremos más tarde sobre esto mismo, pero antes…una de Romanos

Estos tenían una forma muy peculiar y útil para asegurarse el que sus puentes eran buenos.
Y además muy simple.
Cuando el puente estaba acabado, el día en que se hacía la prueba de carga, ponían encima del puente todo lo que se les ocurría: carros, gente, sacos, piedras.
Cuanto más peso, mejor
Y ponían debajo del puente al ingeniero junto a su familia.
Como bien puedes suponer, el ingeniero era el primer interesado en que sus cálculos fuesen los correctos y el puente aguantase. Vaya que sí

Una palabra tan familiar hoy día como Pontífice, tiene su origen en la designación de los ingenieros constructores de puentes. La inscripción: Pontem Perpetui Mansurum in Saecula: Dejo un puente que permanecerá por los siglos, resulta muy explícita acerca de sus intenciones.
Y vaya que han durado
Si las consecuencias de tus decisiones te afectan, las tomas con más cuidado.
Y si las consecuencias son morir aplastado junto con tus seres queridos, con mayor cuidado si cabe.

Hoy por hoy resultaría socialmente inaceptable esta prueba del ingeniero romano; desaparecida esta figura, el marketing y las campañas de ventas han ocupado este hueco. Con esto se ha generado esta irracional asimetría en la que estos prescriptores, apenas arriesgan un escaso rappel de ventas respecto al millonario coste de este hipotético puente o servicio técnico a prestar.
Ellos no se están jugando el pellejo
Quizás sí cabría exigir como garantía algún tipo de responsabilidad o compromiso, porque esta es la forma de evitar que se impongan sobre los demás, los previsibles daños derivados de decisiones en las que quien decide o te las recomienda, obedece en gran medida a un interés comercial, egoísta o simplemente… no se está jugando su pellejo

Nuestras acciones generan consecuencias. Obtener un retorno económico de la inversión, no debe de resultar incompatible con obtener un retorno social de esta. Las energías renovables, con una adecuada ingeniería, resultan sin duda mucho más económicas, seguras, confiables y respetuosas social y medioambientalmente que otras energías contaminantes.
Esto, sin ningún género de duda.

Ya de regreso al postulado inicial, en nuestras propias ecuaciones procuramos permanentemente introducir la felicidad o progreso social. En palabras de Emerson:
Reír a menudo y con ganas; ganarse el respeto de las personas inteligentes y el afecto de los niños…
dejar el mundo un poco mejor…saber que al menos, una persona ha vivido mejor porque has existido.
Esto es triunfar